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miércoles, junio 15

Luna y las estrellas

Hace algunos años hubo una lluvia de estrellas y mucha gente corrimos al Desierto de las Palmas a verla. Recuerdo que estábamos todos tirados con toallas, mantas o esterillas, mirando hacia el cielo. Algunos llevaban bebida y picoteo. Cuando se suponía resuelto el tema, los coches comenzaron a bajar en fila india hacia Castellón y por no estar en cola más del tiempo necesario, María, Sandra y yo decidimos quedarnos allí arriba hasta que pasase todo el follón de la caravana.


Yo me dormí. Al despertar me encontré sola y mis amigas no estaban. Eran las cuatro y pico de la mañana. Decidí acercarme hasta la curva donde teníamos el coche aparcado, pero no había coche. No me asusté, me incomodé. De repente, sentí tensión en el cuello y en la barriga. Todas mis sensaciones se concentraron en una sola: miedo. ¡Es que no había nadie!


Concentración, me dije. Tenía el bolsito, la cartera y las llaves de casa. O sea, que si vinieron a robarnos, de mí pasaron. Por aquel entonces sólo uno, de cada vete tú a saber quién, disponía de móvil. No era habitual. No podía llamar y en el Desierto no había cabinas. Así que tras analizar que lo tenía todo, que estaba bien y, aunque la situación era extraña de narices, había que volver a casa.


Me bajé caminando con la esperanza de encontrar alguna casa que tuviera alguna luz encendida y contar lo ocurrido para que me dejaran llamar a un taxi.

No sé si llevaría unos quince minutos cuando, de repente, vi a una niña de unos ocho años sentada en medio de la carretera. Le saludé, pero no levantó la cabeza del suelo. Tenía una especie de tiza blanca en la mano y dibujaba estrellas en el suelo.
- Hola...¿Estás sola, perdida o asustada? -le dije cuando ya estaba a un metro. No levantó la cabeza. Seguía mirando el suelo-. Oye ¿estás bien?
Dejó de escribir y me miró. Sus ojos brillaban, pero eran negros totalmente y ¡no tenía boca! Simplemente era una línea como dibujada en su cara. Di tal grito que salté hacia atrás sin darme cuenta. Se levantó, se acerco y me tendió la mano. Me miró y la linea que dibujaba su boca se tornó sonrisa.


En una de sus muñecas tenía una especie de brazalete con un pequeño orificio . Le tomé la mano y me llevó caminando un buen rato hasta que llegamos a la zona del Castillo de Montornés. Una vez allí, miró la luna, la señaló y me sonrió de nuevo. De sus muñeca salió una especie de alfiler grueso de color amarillo. Me tendió la mano haciéndome señal para que lo cogiera. Era un papel enrrollado. Lo desenrrollé y decía "Soy Luna. Con la lluvia de esta noche me he caído de mi estrella y necesito que hagas unas cosa para poder volver".


No lo podía creer. ¿Yo? ¿Ayudarla?. Y me volvió a acercar su mano. Salió otro papel amarillo "Sí, tú. Leo tu pensamiento". Entonces me quedé mirándola con cara de poker, sonrió y salió otro papelito "Sólo has de pedir a las estrellas un deseo con el corazón, algo que haga que te sientas completa y podré marcharme". No me creía toda aquella situación, pero ¿por qué dejarlo pasar sin más?.


Agaché la mirada. Tenía que encontrar qué era aquello que pudiera desear realmente de corazón. Por aquel entonces todos mis familiares estaban vivos, yo tenía trabajo, coche, viajaba bastante...¿qué podía pedir con el corazón que fuera tan trascendental e hiciera que ella regresara a su estrella sintiendo que iba a hacer por mí lo correcto?


Y entonces lo supe. Vino sin más a mi cabeza. Ella me miró asintiendo confirmando así su aceptación y se marchó hacia la torre del castillo. A medida que avanzaba, la iba perdiendo de vista hasta que a los pocos segundos, una luz, como si de una estrella fugaz se tratase, salió de lo alto de la torre hacia el cielo, perdiéndose en la oscuridad del universo.


El deseo se cumplió años más tarde. Lo sé porque me pilló con los deberes hechos: el amor de verdad.

5 comentarios:

  1. ¿Y con todo lo que podías haber pedido... vas y te pides un amor? Cachislamarrrrrrrrrrrrrrrr

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  2. jajajaja.......tenía que ser algo importante en la vida...sino Luna no hubiera podido volver a su estrella....-ppp

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  3. Preciosa historia, me ha encantado la ternura con la que está contada. Veo que Lola, además de carácter, tiene un corazón grande grande...
    Un beso,
    Miguel

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  4. Me ha gustato mucho tu blog... te sigo !!

    Pasate por el mio, si quieres.

    un beso

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  5. Gracias chicos!!!...Sí, me voy a ver tu blog!!!...:-PPP

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